Los peludos no pueden decir lo que sienten. Así que siempre terminan mostrándolo en forma de conducta inadecuada o muchas veces, desarrollando algún tipo de dolencia física o emocional.

Además los animales absorben todo lo que ocurre a nuestro alrededor, especialmente lo que sientes y ocurre contigo. Por eso saben reaccionar cuando les ocurre algo, por esa conexión mágica.

Las flores te pueden ayudar a:

• Aprender nuevas conductas
• Tratar celos en cachorros o para los peludos que buscan mucha atención de sus humanos.
• Tratar peludos desconfiados o paranoicos.
• Incluir un nuevo peludo en la familia y que sea bien aceptado.
• Los peludos que se enferman y cargan demasiado con las emociones de sus humanos.
• Ladridos excesivos.
• Tratar depresión o viejitos desanimados.
• Unir más la conexión de peludo y humano.
• Tratar dolor u postoperatorios.
• Peludos con traumas o abusos previos.
• Mejorar sistema inmunitario.
• Peludos mordedores y agresivos leves.
• Calmar ansiedad e histeria (por ejemplo en gatos que deben ser transportados).
• Ayudar a superar mudanzas o cambios abruptos como alguna muerte o abandono.

Recordamos que al ser terapia complementaria, para casos de agresividad siempre recomendamos tratar con especialistas de conducta.

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