El embarazo es un período crucial en la vida de cualquier mamífero, incluidas nuestras queridas mascotas o animales de compañía (como nosotras les llamamos). Durante este tiempo, se producen una serie de cambios hormonales y físicos en la madre que también pueden influir en el desarrollo emocional y comportamental de las crías (Heavy, o no?, igual que los humanos!). En este post, exploraremos cómo el estado emocional de la madre durante el embarazo puede afectar el carácter y comportamiento de las crías.

Desde el principio, las crías tienen una conexión emocional con su madre. Durante el embarazo, las hormonas maternas, como el cortisol y la oxitocina, pueden atravesar la placenta y afectar directamente el desarrollo emocional de las crías. Si la madre está estresada o ansiosa durante el embarazo, estas hormonas pueden tener un impacto negativo en el desarrollo del sistema nervioso de las crías, lo que puede llevar a comportamientos más ansiosos o temerosos en la vida adulta.

Además, la madre también transmite información emocional a sus crías a través de su comportamiento y la interacción diaria. Si la madre está constantemente expuesta a situaciones estresantes o negativas durante el embarazo, puede transmitir esa tensión a sus crías y condicionarlas a reaccionar de manera similar en situaciones estresantes en el futuro.

Programación Epigenética

La programación epigenética es otro mecanismo por el cual el estado emocional de la madre puede influir en las crías. Durante el embarazo, ciertos genes pueden activarse o desactivarse en respuesta al ambiente emocional de la madre. Estos cambios epigenéticos pueden tener efectos duraderos en el comportamiento y la respuesta al estrés de las crías.

Por ejemplo, si la madre experimenta altos niveles de estrés durante el embarazo, esto puede llevar a cambios en la expresión de genes relacionados con la regulación del estrés en las crías. Como resultado, las crías cachorros pueden tener una respuesta más pronunciada al estrés en la vida adulta, lo que las hace más propensas a la ansiedad o comportamientos de evitación.

Además de los factores hormonales y epigenéticos, las experiencias prenatales también pueden influir en el desarrollo emocional de las crías. Durante el embarazo, las crías pueden percibir y responder a las señales emocionales de la madre. Si la madre experimenta emociones positivas y está rodeada de un ambiente tranquilo y estimulante, las crías pueden desarrollar una disposición más segura y confiada.

Por otro lado, si la madre está expuesta a situaciones estresantes, como peleas frecuentes o ruidos fuertes, las crías pueden experimentar una sensación de inseguridad y desarrollar una mayor sensibilidad al estrés en la vida adulta.

Si bien el estado emocional de la madre durante el embarazo puede tener un impacto en el desarrollo emocional de las crías, el papel del cuidador también es fundamental. Los cuidadores, ya sean humanos o animales, pueden proporcionar un ambiente amoroso y seguro que contrarreste cualquier impacto negativo que pueda haber ocurrido durante el embarazo. Un cuidador atento y comprensivo puede ayudar a las crías a desarrollar una mayor resiliencia emocional y brindarles las herramientas necesarias para hacer frente a situaciones estresantes.

Es importante tener en cuenta que cada animal es único y puede responder de manera diferente a las influencias emocionales prenatales. Algunas crías pueden ser más sensibles y susceptibles a los efectos del estado emocional materno, mientras que otras pueden mostrar una mayor capacidad de adaptación.

En muchísimos criaderos (no compres, adopta!) donde tienen a los perros de raza encerrados (a las hembras) en jaulas chicas, y las abusan y las obligan a quedar embarazadas, es un proceso fuerte y traumático para la mamá. Ojo, porque después las crías cachorros tienen tendencia a problemas conductuales. 

El estado emocional de la madre durante el embarazo desempeña un papel importante en el carácter y comportamiento de las crías. Los factores hormonales, la programación epigenética y las experiencias prenatales influyen en el desarrollo emocional de las crías y pueden afectar su respuesta al estrés y su disposición general.

Como tutores responsables de animales de compañía y mayormente perros, es fundamental tener en cuenta el estado emocional de la madre durante el embarazo y brindar el apoyo necesario tanto a la madre como a las crías. Al hacerlo, podemos contribuir a criar animales equilibrados emocionalmente y fomentar una relación positiva y saludable entre perros y humanos.

Recuerda, cada vida animal es valiosa y merece ser criada en un entorno amoroso y enriquecedor que promueva su bienestar emocional y comportamental. Al comprender y atender las influencias emocionales prenatales, podemos ayudar a nuestras mascotas a tener una vida feliz y equilibrada desde el principio.